Venezuela-Colombia
Soldados Venezolanos detienen a un grupo de hombres supuestamente ligados a un grupo paramilitar de Colombia, durante una redada en el estado de Tachira, Venezuela, Agosto 22, 2015. REUTERS/Carlos Eduardo Ramirez

Después de cinco días que el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro decretara el cierre de la línea fronteriza en el punto de Cúcuta con el país vecino Colombia para evitar el paso de paramilitares a Venezuela, lo que ha dejado a un sinnúmero de ciudadanos de ambos lados afectados. Según informes de medios locales se registran más de 700 personas repatriadas, entre los que se encuentran más de 100 niños quienes no siempre cruzan con sus padres; en ocasiones los menores pasan, solo con sus madres separándolos obligatoriamente de su familia.

En el puente de la frontera, las autoridades de Cúcuta levantaron una vallas de seguridad para poder tener orden con la situación de deportados, quienes llegan de Venezuela y deben esperar un autobús que los transporte al Centro Nacional de Atención En Frontera (CENAF) quienes los ayudan con su estatus. Se ha reportado que la peor crisis se ha visto en barrio La invasión, en el estado de San Antonio del Táchira, lugar en el que la guardia venezolana marca la vivienda con una “R” (Revisado) o con una “D” (Demoler) y procede sacando a la gente, saqueando y posteriormente destruir los inmuebles.

“Es una realidad que habla por sí sola y que demuestra como el capitalismo paramilitar de la ultraderecha colombiana ha tratado de hacerse del territorio venezolano”, preciso el vicepresidente venezolano, Jorge Arreaza. Explicando la razón por la cual se cerró la línea fronteriza con su vecino cafetero, lo cual dijo haberse quedado impactado por lo que se encontró en el estado de Táchira, la frontera ahora cerrada.

Desde este estado que divide ámbas naciones, en La Invasión, entre unas 2 mil viviendas se reportó la existencia de una casa donde se fabricaban explosivos y ha denunciado la confiscación de armamento, precursores químicos, explosivos con sus detonantes, dinero venezolano en efectivo y lo que parecía ser vestimentas de grupos paramilitares colombianos. Además se descubrió una “casas de citas” y ha precisado la explotación de mujeres de ambas nacionalidades. También una cárcel subterránea donde escondían a los secuestrados presuntamente.

Las relaciones diplomáticas entre ambos países han tenidos sus tropiezos, sin embargo para resolver dicho tema delicado, se espera que próximamente se reúnan la canciller de la República Bolivariana de Venezuela Delcy Rodríguez, con su homóloga de Colombia María Angela Holguín, para discutir y articular mecanismos de seguridad y paz en la frontera que comparten.

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